Decidirse por un netbook o por un iPad, gran dilema

  • A la hora de comprar un equipo que sea barato pero, a la vez, sea funcional con lo más imprescindible, puede existir un dilema: ¿compro un netbook o un iPad?

 

Soy un nuevo usuario de iPad, uno de esos que siempre ha creído que «un iPhone grande» no era para él. Desde Mundipad me cedieron uno para que le hiciera un análisis y lo probara con varios juegos y aplicaciones y, una vez entrado en materia, me pregunté: ¿es realmente el iPad una seria alternativa para alguien que piense comprarse un netbook? Desde la experiencia con los miniportátiles, y como propietario de un par de ellos, decidí averiguar si realmente la tableta de Apple sería un gran contrincante e, incluso, vencedora. Esta entrada es el resultado.

Está claro que cuando uno se plantea la compra de un netbook busca especialmente un equipo que sea pequeño, manejable y disponga de la potencia suficiente como para consultar internet, ver vídeos y utilizar las distintas herramientas administrativas. El iPad también cumple todas estas premisas siendo mucho más compacto y llevadero que cualquier netbook. Por precio quizá sí que difieran, ya que hay minipotátiles que valen menos de 300 euros cuando la tableta de Apple más barata se va a los 488, pero si de verdad se busca un netbook algo competente, el precio acaba equiparándose. Y por diseño, materiales y portabilidad quizá sí que ganase un iPad.

Entrando en el terreno del uso de las aplicaciones, ya hemos dicho que los netbooks no son especialmente potentes para arrancar las más pesadas, al estilo Photoshop o similares. Es evidente que el iPad tampoco, pecando, además, de un handicap que un netbook con Windows no poseería: la falta de los programas reconocibles por cualquier usuario a la hora de editar texto, hojas de cálculo, presentaciones… Otro de los problemas es que no dispone de aplicaciones gratuitas que podamos utilizar para suplir a las de pago, por lo que, queramos o no, tendremos que pasar por caja. Eso sí: en comparación, saldría algo más barato. Si quisiéramos editar texto podríamos utilizar Pages en el iPad, 7,99 €, u Open Office en un netbook, siendo este gratuito. Hay una gran diferencia, pero si quisiéramos comprar un programa dedicado para Windows, como por ejemplo Word, el precio se nos dispararía por encima de los 100 €. Una cosa por la otra: el iPad apenas tiene aplicaciones realmente útiles que sean gratuitas pero, por contra, las que ofrece tampoco se disparan de precio.

El uso de internet es algo para lo que esencialmente se pensó un iPad. Es evidente que ocurre lo mismo con un netbook, pero este último no tiene la sencillez, facilidad de manejo y el uso directo con los dedos que tiene la tableta de Apple. Eso sí, todos sabemos el aspecto más negativo: ciertos componentes de la web no funcionan en el iPad, restando una experiencia completa de usuario. ¿Es eso realmente un problema? Habrá para quien sí lo sea y habrá para otros que no, es relativo. Lo cierto es que navegar por internet es mucho más práctico con un iPad: su pantalla está al mismo nivel de tamaño que la de un netbook, pero sus capacidades multitáctiles potencian al máximo el manejo. Es francamente divertido navegar por la web con la tableta, minipunto para ella.

Otro de los puntos a favor que he encontrado en el iPad con respecto a un netbook es su amplio número de juegos de calidad que, al igual que pasa con las aplicaciones, no son tan estratosféricamente caros como algunos similares en un miniportátil con Windows. Hablo de este sistema operativo porque en un Linux resulta mucho más complicado encontrar juegos que se acerquen gráficamente a lo que nos ofrece un iPad que es, normalmente, muy atractivo. Con un precio que rondan los 5-10 euros se pueden encontrar juegos que para un netbook costarían 4 veces más, siendo sencillos y rápidos en su descarga e instalación.

Aunque no sólo elegiremos una u otra plataforma en función de juegos o aplicaciones, también tenemos que tener en cuenta su capacidad y comodidad a la hora de ver vídeos, transportar el equipo, el nivel de su autonomía una vez cargado o la cantidad y variedad de sus conexiones. Menos en esta última, en el resto doy como vencedor claro al iPad, siendo este un especialista en todas esas características. En las conexiones está su lado negativo ya que, como viene siendo habitual en todos los productos de Apple, el iPad está muy limitado de serie, careciendo de los pertinentes puertos USB, salida HDMI o demás conectores habituales en un netbook. Un verdadero lastre si utilizamos el ordenador para descargar fotografías de la cámara o conectarlo directamente a nuestra tele HD, siendo esta razón un verdadero motivo para descartar la compra.

Por lo demás, lo cierto es que el iPad es una seria alternativa para todos los que buscamos un netbook para trabajar y utilizarlo esporádicamente por diversión, siendo tan clara esta opción de compra que casi me ha convencido hasta a mí, un verdadero escéptico. ¿El motivo? Todo este artículo está escrito en un iPad. Y lo cierto es que ha sido realmente fácil y atractivo. Eso sí: utilicé un teclado bluetooth externo.